La Voz y la Palabra

Una voz que grita en el desierto,
que resuena en los valles,
y anuncia en las montañas,
que truena en las pampas
y se proclama en las ciudades.
La voz que prepara la Palabra,
y se reconoce medio no meta,
cauce no desembocadura,
comienzo, no llegada…
Y la voz se presta
para el mensaje veraz,
desafiante y comprometedor…
se hace dócil a la Palabra profunda,
íntima y con proyección.
Palabra única y absoluta.
Te necesitamos Palabra,
para que pongas en tensión nuestras vidas
y permitas el cuestionamiento…
para que veamos tantas incoherencias
y vislumbremos un cambio,
para que experimentemos nuestras inconsistencias
y humildemente, con la voz digamos:
«Palabra, eres imprescindible
en nuestros labios y en nuestras decisiones…»

(Hermana Viviana Romero)