Otro Salmo 97
Señor, te canto una canción nueva, que nunca se ha oído,
porque quiero contar tus maravillas.
Tú has vencido, con la fuerza de tu brazo capaz de bendecir, apoyar, construir...
Tú revelas tu victoria, por caminos inesperados.
En el justo resucitado, en el amor eterno, en el pobre que se niega a rendirse.
Tú muestras a las naciones una justicia que no cabe en las leyes,
una misericordia que no se puede negociar,
y la fidelidad de quien nunca nos dará la espalda.
El mundo entero ha contemplado ya tu victoria,
aunque aún no se dé cuenta.
Que toda la tierra te aclame, Señor.
Que cada palabra contenga un escondido grito de reconocimiento.
Que cada gesto sea reflejo de tu ternura infinita.
Y esa música llenará el universo.
(Rezandovoy)