Hasta que todos te conozcan

Jesús, te doy las gracias
por tus discípulos
por tus seguidores de todas las épocas,
por mis abuelos, y mis padres,
por mis catequistas y profesores,
por todos los que cuentan tus historias
y recuerdan tu vida,
y hacen que sigas presente.
Yo seguiré contando tu vida a mis amigos,
y a otros niños.
Hasta que todos te conozcan…