Coloquio de la sal y la luz
Señor Jesús, tú me dices que yo soy sal,
que soy sal para el mundo,
que con mi vida puedo dar sabor a otros que necesitan de tu presencia.
Dime Señor a quiénes puedo ayudar,
a quiénes puedo llevar tu palabra de esperanza.
Ayúdame a reconocer quiénes necesitan tu consuelo,
quiénes necesitan tu mirada de cariño,
tu abrazo de ánimo.
Gracias Señor por confiar en mí,
por darme esta misión de ser testigo de tu Evangelio.
Te pido Señor, que nunca pierda mi sabor.
Señor Jesús, tú también me dices que yo soy luz del mundo.
Quiero que Tú ilumines mi vida,
y que yo pueda ser reflejo de tu amor.
Hay muchas personas que necesitan la luz de tu esperanza.
Te pido la gracia para que yo la pueda compartir pese a toda adversidad,
que yo nunca tenga miedo de ser tu luz en medio de la oscuridad.
Sólo te pido Señor, que cuando otros me vean brillar,
puedan descubrir que mi luz es solo un reflejo de la vida que tú me das.
(Gabriel Roblero, sj)