Toda tristeza

Toda angustia se convertirá en alegría.
Toda extrañeza hallará respuesta.
Los extraviados encontrarán la ruta
de los abrazos pendientes.
Finales tristes
darán paso a nuevos comienzos.
La distancia se volverá saludo.
Preguntas mil veces gritadas
desde la sima de los silencios opresivos
encontrarán por fin, un lugar
en el que volverse sabiduría.
El misterio dará paso a las respuestas.
El miedo a la danza.
El lamento a la profecía.
No regresará la marea del pesar,
contenida al fin
en el dique de tu misericordia.
Nos miraremos a la cara.
Falta poco.
Quizás, tan solo, abrir los ojos.

(José María R. Olaizola, sj)