Cosas que duelen
Duelen. Duelen las heridas que no dejan de sangrar. Duelen las vidas arrebatadas por egoísmo o ceguera. Duele la falta de preguntas de quien no busca nada. Y la falta de respuestas de quien se estrella contra el muro de la duda. Duele la soledad, a tantas personas que solo tienen sed de amor. Duele el hambre, que a muchos estremece. Duele la fe, cuando es batalla sin tregua. Duelen los insultos de quienes son incapaces de dialogar. Duelen las palabras dichas desde la distancia, la frialdad o el desprecio. Duelen los muros que rompen la tierra. Y, ante todo eso, nos volvemos a ti Jesús, para que toques nuestro dolor…
(Rezandovoy)