Cruz

Más abiertos aún
los brazos,
para abarcar
a quien necesita
una cuna para su dolor.
Más abiertos,
mostrando
una desnudez
que no esconde malicia.
Más abiertos,
y de tan abiertos
un poco quebrados,
que no hay quien los sostenga,
solo dos clavos.
Un rostro exhausto,
pero aún capaz de ver
a la madre,
al amigo,
al enemigo
y para todos balbucear
amor, perdón o futuro.
Cargar con la cruz
es abrazar la vida.
Ahora.

(José María R. Olaizola sj)