Mi ley
Mi ley es perfecta y busca que puedas descansar, tú que la intentas cumplir. Mi mandamiento es una forma de estar unido a ti, y busca que aprendas, que comprendas, que conozcas el mundo, y a tu Dios. Mis mandatos son rectos y si los vives, encontrarás la alegría profunda. Mis normas son limpias y te ayudarán a ver el mundo con ojos limpios. Mi voluntad no es caprichosa, sino que es pura y estable, para siempre. Lo que yo quiero es tu bien. Mis mandamientos son verdaderos y justos. Si los comprendes, verás que no hay nada más valioso, nada mejor, nada que merezca más la pena, preciosos como el oro y dulces como la miel…
(El Salmo 18, a la manera de Dios)
(El Salmo 18, a la manera de Dios)