Diálogo en la persecución

Cuando me persigan,
dame fortaleza en la adversidad.
Cuando hablen mal de mí,
dame palabras que devuelvan bondad.
Cuando me traicionen,
dame un corazón que sepa ser fiel.
Cuando busquen mi destrucción,
dame puentes para reconstruir la unidad.
Cuando se burlen de mí por seguirte,
dame la capacidad de orar por ellos.
Cuando me calumnien y ninguneen,
dame el don de vivir en tu bienaventuranza:
«Dichosos los perseguidos por mi causa»,
y de poder llegar a decir como tú en la cruz:
«Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen».

(Fermín Negre)