Tu voluntad

A veces me pregunto,
¿cuál será tu voluntad?
Y lo digo encogido,
con la boca pequeña,
como temiendo
una respuesta
que me saque
de rutinas,
de seguridades,
de mi mundo estrecho.

Olvido
que tu voluntad ya la sabía
antes de hacer la pregunta.
Es la dignidad de tus hijos,
la vida a borbotones,
un amor como el tuyo,
la libertad conquistada,
y la fe,
curtida en silencios y batallas.

Y olvido que tu voluntad
me rescata
de rutinas,
de seguridades,
de mi mundo estrecho
para llamarme madre,
hermano y hermana,
compartiendo,
en tu abrazo universal,
el fuego de todo un Dios.

(José María R. Olaizola, SJ)