Si quieres, puedes limpiarme

Señor, si quieres, puedes limpiarme
de mis lepras y enfermedades,
de mi egoísmo, conformismo y pereza,
de maldades, orgullos y soberbias,
de mi anunciar sin actuar,
de mi actuar sin amar,
Señor, si quieres, puedes limpiarme
de la lepra de mis juicios y condenas,
de negar mi mano y bolsillo a quien lo necesita,
de mis mentiras, medias verdades,
de acumular rencor y resentimiento dentro.
Señor, si quieres, puedes limpiarme
de mis intermitencias e inconstancias en la oración,
de tantos gastos superfluos y liturgias vacías,
de las divisiones y discordias que provoco,
de rechazar y excluir a otros.
Señor, si quieres, puedes limpiarme.

(Fermín Negre)