Creo
Te ignoro y todo me es indiferente,
si faltas no descubro mi camino.
En tu ausencia me vivo sin destino
Mas llegas y la paz se hace presente.
Creo en ti, que en la muerte pones Vida,
en tu luz, más allá de mis tinieblas,
en tu forma de dar sin exigencias
en tu Verbo, que sana las heridas.
Creo en ti, peregrino sin morada
profeta de verdad y de concordia
rostro vivo de la misericordia
manjar en que las hambres son saciadas.
Cuando tú estás trastocas la existencia,
el amor es tarea y es urgente
la justicia se vive diferente
la ternura subyuga a la violencia.
Por eso creo en ti, Señor Eterno,
por eso creo en ti, Jesús cercano,
por ser amigo, casa, techo y mano,
por ser presencia, voz y canto bueno.
(José María R. Olaizola, SJ)
si faltas no descubro mi camino.
En tu ausencia me vivo sin destino
Mas llegas y la paz se hace presente.
Creo en ti, que en la muerte pones Vida,
en tu luz, más allá de mis tinieblas,
en tu forma de dar sin exigencias
en tu Verbo, que sana las heridas.
Creo en ti, peregrino sin morada
profeta de verdad y de concordia
rostro vivo de la misericordia
manjar en que las hambres son saciadas.
Cuando tú estás trastocas la existencia,
el amor es tarea y es urgente
la justicia se vive diferente
la ternura subyuga a la violencia.
Por eso creo en ti, Señor Eterno,
por eso creo en ti, Jesús cercano,
por ser amigo, casa, techo y mano,
por ser presencia, voz y canto bueno.
(José María R. Olaizola, SJ)