Católico
La épica del pueblo elegido.
El himno de guerra santa.
El discurso que rompe.
La distancia que marca.
La mirada fría
a quien no es mi hermano.
Los diques existenciales.
Coartadas para el odio.
Motivos, siempre hay motivos
para anclarse en la indiferencia.
Y una pregunta que te lanzamos,
generación tras generación,
«¿Quién es mi prójimo?»
Entonces Tú, a vueltas
con la paz
y la palabra.
Abriendo resquicios
a la cordura.
Tirando murallas
con gestos.
Ayudándonos a ver
más allá de las excusas,
para descubrirte
en vidas ajenas
que son tuyas,
y por eso, nuestras.
(José María Rodríguez Olaizola, SJ)
El himno de guerra santa.
El discurso que rompe.
La distancia que marca.
La mirada fría
a quien no es mi hermano.
Los diques existenciales.
Coartadas para el odio.
Motivos, siempre hay motivos
para anclarse en la indiferencia.
Y una pregunta que te lanzamos,
generación tras generación,
«¿Quién es mi prójimo?»
Entonces Tú, a vueltas
con la paz
y la palabra.
Abriendo resquicios
a la cordura.
Tirando murallas
con gestos.
Ayudándonos a ver
más allá de las excusas,
para descubrirte
en vidas ajenas
que son tuyas,
y por eso, nuestras.
(José María Rodríguez Olaizola, SJ)