Propuesta

Si acaso resisto, insiste.
Si niego, afirma.
Vence tú en este duelo
entre tu promesa y mi reserva.
Quítame el traje de gala.
y reviste mi desnudez de justicia.
Cúbreme con un manto de coraje,
ármame de bondad
y ponme en pie.
Tu luz conquistará
los reductos cerrados del alma,
tu palabra despertará
las esperanzas y los sueños.
Tu paso marcará el ritmo,
tu vida mostrará la ruta
hacia una tierra nueva
habitada por todos
Señor de la alegría distinta,
de los encuentros y fiestas,
de la mesa compartida,
del amor inquieto.
Señor de la cruz vencida,
todo empieza en ti de nuevo.

(José María R. Olaizola, SJ)