Tu modo

Sin imponer, sin juzgar, sin segundas intenciones.
Así te acercas, Jesús, al que más te necesita.
Y a mí también.
Dejas espacio, silencio, posibilidad
para que sea él –para que sea yo–
quien exponga su deseo,
mi necesidad, mi anhelo.
Sin prisas, sin condiciones, sin exigencias.
Así, Jesús, perdonas, curas, sanas.
¿Me lo creeré alguna vez?
¿Aprenderé tu modo
de acercarme,
de dejar espacio,
de perdonar,
de curar
y de sanar?

(Óscar Cala, SJ)