Manos del Sábado Santo
Hay manos que apartan losas
para que entre la luz,
que doblan sudarios
para liberar vidas,
que levantan a quien llora
doblado por ausencias.
Manos que señalan amaneceres,
que encienden hogueras,
y en la brasa preparan
un banquete para todos.
Manos que bendicen
cuando bailan,
cuando juegan,
cuando escriben
e interpretan música
que trae el eco de Dios.
Manos que en los muros
abren puertas
y en los desiertos
riegan esperanzas.
Manos que, en un gesto,
hablan de amor.
Hay manos
que no pueden estar más llenas
de tanto vaciarse.
(José María R. Olaizola, SJ)
para que entre la luz,
que doblan sudarios
para liberar vidas,
que levantan a quien llora
doblado por ausencias.
Manos que señalan amaneceres,
que encienden hogueras,
y en la brasa preparan
un banquete para todos.
Manos que bendicen
cuando bailan,
cuando juegan,
cuando escriben
e interpretan música
que trae el eco de Dios.
Manos que en los muros
abren puertas
y en los desiertos
riegan esperanzas.
Manos que, en un gesto,
hablan de amor.
Hay manos
que no pueden estar más llenas
de tanto vaciarse.
(José María R. Olaizola, SJ)