Para la libertad
Hay muchas celdas
en la prisión del hombre,
sus nombres
escritos con sangre y llanto
en la puerta:
«codicia», «exigencia»
«vanidad», «celos»,
«impaciencia», «comodidad»,
«violencia»…
…y otros títulos
que llenan los corredores
con lamentos por la vida perdida.
Hay quien ni siquiera sabe
que está preso,
y sin embargo, en lo profundo,
intuye
otra historia
sin cadenas.
El Dios humano es la puerta
que nos libera,
al mostrarnos
un amor
verdadero.
(José María R. Olaizola, sj)
en la prisión del hombre,
sus nombres
escritos con sangre y llanto
en la puerta:
«codicia», «exigencia»
«vanidad», «celos»,
«impaciencia», «comodidad»,
«violencia»…
…y otros títulos
que llenan los corredores
con lamentos por la vida perdida.
Hay quien ni siquiera sabe
que está preso,
y sin embargo, en lo profundo,
intuye
otra historia
sin cadenas.
El Dios humano es la puerta
que nos libera,
al mostrarnos
un amor
verdadero.
(José María R. Olaizola, sj)