Que, ¿por qué te amo?
Te amo porque eres mi hijo…
Te amo cuando veo que te vas,
y también cuando decides volver.
Te amo cuando juntas conmigo,
y también cuando desparramas.
Te amo cuando estás en mi rebaño,
y también cuando te entretienes por ahí…
Te amo cuando me dices «voy» y no vas,
y también cuando me dices «no voy»,
y arrepentido vas…
Te amo cuando te veo construir sobre roca,
y también cuando lo haces en pantanos y arenas.
Te amo cuando traes las redes colmadas,
y también cuando vienen vacías.
Te amo cuando me sigues a mí, que soy el Camino,
y también cuando tomas atajos o te pierdes en callejones.
Te amo.
Te amo, porque eres mi hijo amado.
Te amaré siempre.
(Hermana Viviana Romero)
Te amo cuando veo que te vas,
y también cuando decides volver.
Te amo cuando juntas conmigo,
y también cuando desparramas.
Te amo cuando estás en mi rebaño,
y también cuando te entretienes por ahí…
Te amo cuando me dices «voy» y no vas,
y también cuando me dices «no voy»,
y arrepentido vas…
Te amo cuando te veo construir sobre roca,
y también cuando lo haces en pantanos y arenas.
Te amo cuando traes las redes colmadas,
y también cuando vienen vacías.
Te amo cuando me sigues a mí, que soy el Camino,
y también cuando tomas atajos o te pierdes en callejones.
Te amo.
Te amo, porque eres mi hijo amado.
Te amaré siempre.
(Hermana Viviana Romero)