¡Fuera!
¡Fuera la inquina,
los desprecios, la venganza!
Los vanos sueños,
las inútiles quimeras, ¡fuera!
¡Fuera las distancias insalvables
entre hermanos!
Dentro el amor,
eterno, posible,
a tu modo.
Quién fuera echando demonios
y bendiciendo historias
con el verbo
con el beso
con la vida.
Quién fuera
dejándose sanar por dentro
de tantos dolores que nos aquejan,
y sanando, a tu modo,
a otros que fuera esperan
un roce,
un gesto
una respuesta…
(José María R. Olaizola, sj)
los desprecios, la venganza!
Los vanos sueños,
las inútiles quimeras, ¡fuera!
¡Fuera las distancias insalvables
entre hermanos!
Dentro el amor,
eterno, posible,
a tu modo.
Quién fuera echando demonios
y bendiciendo historias
con el verbo
con el beso
con la vida.
Quién fuera
dejándose sanar por dentro
de tantos dolores que nos aquejan,
y sanando, a tu modo,
a otros que fuera esperan
un roce,
un gesto
una respuesta…
(José María R. Olaizola, sj)