Salta

Cuando la duda atenaza
y se exige respuesta.
Cuando cuesta la esperanza,
quizás por miedo a otro golpe.
Cuando Su voz es inaudible
y Su rostro se apaga
entre mil rostros.
Cuando el mensaje pesa
más que alivia.
Cuando la muerte
parece haber vencido,
y la vida sabe a derrota.
Cuando la soledad es cruel,
y no hay salida…
¡Salta!
Hacia la fe.
Hacia la vida.
Hacia la verdad primera.

No te dejes doblegar
por el viento en contra.
Verás cómo hay
quien recibe tu apuesta.
La vida gana.

(José María R. Olaizola, sj)