A los enfadados

Si no sois mejores que los que presumen de virtud no entraréis en el reino de los cielos. Los mandamientos dicen «No matarás». Pero yo te digo: Si andas enfadado, enfrentado con tu hermano, siempre con reproches, rencores y distancias, ¿no estás haciendo tú lo mismo? Si llamas a alguien imbécil, o para el caso lo atacas o insultas de cualquier modo, en persona, o en ese mundo virtual que es hoy en día tan hostil, te estás alejando de mí. Si cuando vas a acercarte a mi mesa, a participar en la Eucaristía, a acoger mi entrega, te das cuenta de que has hecho daño a alguien, vete a poner solución. Pide perdón. Ofrece reconciliación. De otro modo terminarás encerrado en la prisión del odio y la amargura, que es implacable.
Adaptación libre de Mt 5, 20-26 (Rezandovoy)