Ama

No, no te arrepientas de amar
contra viento y marea,
contra prudencia y cálculo,
contra seguridad y egoísmo.

Como Dios mismo, ama.
Si abrazas, no encadenes,
si reprendes, no destruyas.
No escatimes el tiempo,
la ternura o las lágrimas.
No aprisiones los recuerdos,
no embrides las historias.

Con libertad y afecto, ama.
Con incertidumbre y compromiso.
Con el corazón en carne viva
y las manos abiertas.
Con la fecundidad de quien
engendra esperanza
en silencios, canciones y versos.

Aunque tu amor sea imperfecto, ama.
Es mejor intentarlo
que endurecer la entraña
para no arriesgarlo todo.

(José María Rodríguez Olaizola, sj)