Envíame, Señor

Envíame, Señor,
como bálsamo en las heridas del hermano
y fragancia de Evangelio derramado.

Envíame, Señor,
como oasis en tierras de desierto
y morada para vidas sin techo.

Envíame, Señor,
como candil en medio de la noche,
como buena noticia para los pobres.

Envíame, Señor,
como hogaza para el hambriento
y agua fresca para el sediento.

Envíame, Señor.
Camina a mi lado
para que mi misión
no sea en vano.

Envíame, Señor,
y dame nuevos hermanos
para que juntos
proclamemos tu reinado.

(Fermín Negre)