Yo soy tu Pastor

Yo soy tu pastor, nada te falta.
En verdes praderas te hago recostar.
Te conduzco hacia fuentes tranquilas
y reparo tus fuerzas.
Te guío por el sendero justo
por el honor de mi nombre.
Aunque camines por cañadas oscuras,
no temas nada, porque yo voy contigo,
mi vara y mi cayado te traen el sosiego.
Preparo una mesa ante ti,
enfrente de tus enemigos.
Te unjo la cabeza con perfume,
hasta que tu copa rebose.
Mi bondad y mi misericordia
te acompañan todos los días de tu vida,
y habitarás en mi casa por años sin término.

(Rezandovoy, inspirado en el Salmo 23)