Ama a tus enemigos
Ama a tus enemigos. Haz el bien a quien a te ataca, y bendice a quien te critica y habla mal de ti. Reza por esos que te difaman en público. Si alguien te da una bofetada, no le respondas con violencia, pon la otra mejilla. Si alguien te quita lo que es tuyo, entrégale algo más. Al que te pide, dale, y al que tome prestado, no se lo reclames. Al final, se trata de tratar a otros como esperarías que te traten a ti. Si amas a quien te ama, ¿qué hay de especial en eso? Cualquiera, hasta la persona más pecadora, puede corresponder al amor. Si te portas bien porque se han portado bien contigo, bien está, pero ¿es especial?
Yo te digo: encuentra un modo de amar a tus enemigos, haz el bien y presta sin esperar nada a cambio. Tu recompensa será grande, ya verás qué plenitud, mostrando con tu vida el rostro del Padre, que es bueno y compasivo. No juzgues y no te juzgarán. No condenes y no te condenarán. Perdona y se te perdonará. Da y recibirás. Mucho más de lo que imaginas. Con la medida con que tú midas se te medirá.
(Adaptación RV Lc 6,27-38)
Yo te digo: encuentra un modo de amar a tus enemigos, haz el bien y presta sin esperar nada a cambio. Tu recompensa será grande, ya verás qué plenitud, mostrando con tu vida el rostro del Padre, que es bueno y compasivo. No juzgues y no te juzgarán. No condenes y no te condenarán. Perdona y se te perdonará. Da y recibirás. Mucho más de lo que imaginas. Con la medida con que tú midas se te medirá.
(Adaptación RV Lc 6,27-38)