En el corazón
En el corazón se guardan
los anhelos más profundos,
los dolores más agudos,
las preguntas que atenazan,
las respuestas que sosiegan.
Las decisiones cruciales
también dentro se nos clavan.
Hay aciertos y fracasos
que quedan en la memoria
y se nos vuelven escuela.
Dentro tenemos historias
cerradas, historias pendientes
historias vividas o imaginadas.
Hay miedos y esperanzas
por lo que pueda llegar.
Pero, sobre todo, hay nombres.
Nombres que evocan rostros,
y evocan gestos,
vivencias, palabras.
Nombres familiares, domésticos,
íntimos, con los que llamamos
a aquellos que amamos y nos aman.
El recuerdo es, en realidad,
viaje de vuelta y reencuentro
con quienes nunca nos abandonan.
(José María R. Olaizola, sj)
los anhelos más profundos,
los dolores más agudos,
las preguntas que atenazan,
las respuestas que sosiegan.
Las decisiones cruciales
también dentro se nos clavan.
Hay aciertos y fracasos
que quedan en la memoria
y se nos vuelven escuela.
Dentro tenemos historias
cerradas, historias pendientes
historias vividas o imaginadas.
Hay miedos y esperanzas
por lo que pueda llegar.
Pero, sobre todo, hay nombres.
Nombres que evocan rostros,
y evocan gestos,
vivencias, palabras.
Nombres familiares, domésticos,
íntimos, con los que llamamos
a aquellos que amamos y nos aman.
El recuerdo es, en realidad,
viaje de vuelta y reencuentro
con quienes nunca nos abandonan.
(José María R. Olaizola, sj)