Enviados hoy

Hay mucho trabajo para anunciar el evangelio, y muy poca gente dispuesta a hacerlo. Orad por las vocaciones. Y si os sentís llamados, entonces poneos en camino, no andéis poniendo excusas para no vivir de verdad el amor, la fe y la justicia. Eso sí, no será fácil. Os mando como ovejas en medio de lobos, que os cuestionarán, atacarán y pondrán mil objeciones y dificultades. No necesitáis muchas riquezas y recursos. No andéis asegurándoos el futuro, cuentas corrientes abultadas, estar a la última en tecnología, o armarios llenos de ropa... porque como elijáis la seguridad absoluta nunca daréis un paso. Llevad por delante el gesto y la palabra de paz, y si la gente es buena os acogerá igual. Encontraos de verdad con las personas (pues es en el encuentro donde se hace comunidad). Trabajad por vuestro mantenimiento. Y haced el bien, anunciando el Reino y aliviando heridas y dolores. Eso sí, si pasan de vosotros, no os empeñéis en tener éxito. Seguid de largo y pasad de quien no quiere saber nada del evangelio. Ellos se pierden lo mejor de la vida.
adaptación Lc 10,1-12 (RV)