Adaptación de Lc 9,1-6

Ve por las calles y lugares familiares. Ve al encuentro de los otros. Los que ya conoces, y quizás gente a la que irás conociendo. Hay mucho mal en nuestro mundo, y a ese mal hay que plantarle cara y sanar dinámicas que destruyen: apagar envidias, desvelar mentiras, vencer odios, suavizar corazones de piedra, tocar la vida de quien se siente intocable… No necesitas grandes recursos para ello. No necesitarás el ordenador o el teléfono de última generación. No andes solo pendiente de tener reservas para comer o una tarjeta de crédito bien cargada. No vivas multiplicando seguridades. En algunos lugares acogerán tu palabra. Quédate allí mientras seas de ayuda. En otros se reirán, pasarán, te rechazarán. No pierdas más tiempo y vete, y no te culpes. La culpa es de ellos, de quienes eligieron el camino de la dureza, la antipatía o el rechazo.

(Rezandovoy)