Adaptación de 1Tes 4, 1-8

A ti, que me escuchas, por Cristo Jesús te ruego y te animo. He intentado enseñarte cómo proceder para agradar a Dios. Pues actúa así y sigue adelante. Conoces mi enseñanza, que te hago llegar en nombre del Señor Jesús. Esto quiere Dios de ti. Una vida abierta a Él. Que no te dejes llevar por la inercia, por el desenfreno. Que cuides de tu cuerpo y no te dejes dominar por él, sino que, siendo capaz de moderar tus impulsos, seas profundamente libre. Que no te aproveches o abuses de otros, pues eso aleja de Dios. Insisto. Dios te llama a una vida que sea reflejo de su Amor, no a una vida que sea una triste sombra. Así que hazme caso no como quien atiende a un hombre, sino como quien acoge el Espíritu de Dios.
(Rezandovoy)