Vigilad

El cuidado
y las constantes vitales
de nuestra casa común.

La soledad en alza,
que merma crónicamente
las ganas de vivir.

La tendencia a más
control y poder
en gobiernos y corporaciones.

El pulso de la libertad,
que disminuye
en las celdas del confort.

La discapacidad visual,
que esfuma a los pobres
y su sufrimiento.

La marea humana
de prejuicios y recelos
que avanza desbocada.

La cuota de pantalla
de programas y noticias
que embrutecen.

La protección y custodia
de los más pequeños
y vulnerables.

El derecho al trabajo,
el pan y la vivienda
de los olvidados.

El acontecer de Dios
en toda vida humana
que lo busca y se pregunta.

(Seve Lázaro, sj)