Te vas para quedarte
Te vas para quedarte
y nos invade una soledad fecunda
que tantas veces nos golpea
y otras tantas nos da vida.
Vuelves al corazón materno
del que surge todo amor;
y desde allí,
que es aquí,
sigues íntimo en la distancia.
Te busco elevando la mirada
y me sorprendes en lo más bajo.
Cuando me muevo por ti
cuando escucho tu voz
cuando estás en el centro,
mis manos crean maravillas
mis palabras son sanadoras
mis acciones transforman…
porque, aunque son mías
son tuyas.
(Javi Montes, sj)