Coloquio en Betania
La Pascua se acerca, Señor. Tu camino sigue adelante, pero has querido pararte hoy en mi casa. Te recibo de muchas formas distintas. Te recibo como Lázaro cuando te miro lleno de agradecimiento por sacar mi vida de las sobras y de la muerte. Te recibo como María cuando la alegría de tu presencia me lleva a servir y a entregar lo mejor de mí. Pero también sé que te recibo como Judas cuando en mi corazón está dominado por las pasiones y afectos que me alejan de ti. Y también, por qué no, te recibo como los sacerdotes cuando no soy capaz de salir de mí e intento, a toda costa, ser el centro de mi pequeño mundo.
La Pascua se acerca, Señor, pero has querido pararte hoy en mi casa y eso, aunque te recibo de muchas formas distintas, eso es lo único que importa.
(Oscar Cala, sj)