Tentación
Qué bien se está aquí,
donde la palabra acaricia
y la presencia sostiene.
Donde el calor abraza
y fluye el afecto.
Donde el amor se vive
y la justicia es posible.
Qué bien se está,
lejos de gritos y guerras vanas,
dejando que el trueno se apague
y la alegría se vuelva baile.
Pero toca regresar
a la tierra de todos,
donde el fragor cotidiano
es más áspero y duro.
Toca volver,
a los conflictos pendientes,
a las heridas abiertas
a la verdad peleada,
a las preguntas que muerden,
a los nombres difíciles,
para sembrar el mundo
de evangelio y esperanza.
(José María Rodríguez Olaizola)