Para el tiempo de la duda
Yo tengo
para el tiempo de la duda,
certezas para darle
al corazón
y entretenerlo
a falta de otra ayuda
hasta el momento
de la solución.
Yo, por ejemplo,
tengo siempre a mano
la música que me hable
del amor
y un rosal que florece
empecinado
cuando a los otros
se les cae la flor.
Y sé qué manos apretar
confiado
y en qué miradas abrevar
la sed;
cuáles son los mandalas
necesarios,
cuáles los dados
para no perder.
Pero si el tiempo
de la culpa aprieta
y en la intemperie
yace la ilusión,
yo defiendo
con uñas y con dientes
la maravilla
de aferrarme a Dios.
(Osvaldo Pol sj)