Pan y palabra
Hay palabras
sin golpes de azada,
ni sol en la piel,
ni fermento en las entrañas,
ni piedras de molino,
ni fuego de horno,
ni aroma de ternura.
¡Hay palabras que no son pan!
Hay panes
que no tienen sosiego,
ni miran a los ojos,
ni llaman por el nombre,
ni abren el rostro,
ni comparten el alma,
ni saben a infinito.
¡Hay panes que no son palabra!
Yo busco un pan
que sea palabra
en el encuentro.
Yo busco una palabra
que sea pan
en el desierto.
(Benjamín González Buelta, sj)
sin golpes de azada,
ni sol en la piel,
ni fermento en las entrañas,
ni piedras de molino,
ni fuego de horno,
ni aroma de ternura.
¡Hay palabras que no son pan!
Hay panes
que no tienen sosiego,
ni miran a los ojos,
ni llaman por el nombre,
ni abren el rostro,
ni comparten el alma,
ni saben a infinito.
¡Hay panes que no son palabra!
Yo busco un pan
que sea palabra
en el encuentro.
Yo busco una palabra
que sea pan
en el desierto.
(Benjamín González Buelta, sj)