Salmo de agradecimiento
Señor, mi oración ha llegado hasta ti.
Te agradezco y te alabo, porque has sido cariñoso conmigo.
Cuando te he necesitado, Tú has estado.
Has tenido paciencia conmigo y me has liberado de mis miedos y dolores.
Quiero, Señor, que todo ser humano te pueda dar gracias.
Que toda la humanidad proclame la grandeza de tu Reino.
Porque eres fiel con todas tus promesas, y leal en tus acciones.
Te doy gracias, porque eres grande, pues me has liberado.
Cuando yo estaba cayendo, Tú, Señor, me sostuviste.
Cuando me estaba quebrando, me sanaste y enderezaste.
Vivo confiado porque mis ojos te reconocen,
y vivo agradecido porque recibo cada día Tu pan.
Te doy gracias, porque sacias de favores a toda persona que te suplica.
Estás cerca, Señor, de los que te invocan,
de los que te llaman con confianza y sinceridad.
Te doy gracias Señor,
porque satisfaces los sueños de los que esperan en Ti,
y siempre estás dispuesto a dar tu salvación a los que te invocan.
Señor, es verdad, yo sé que Tú me amas,
y porque yo también quiero amarte siempre más,
te doy gracias porque me guardas y cuidas en tu corazón.
Amén.
(Gabriel Roblero, sj)