¿Por qué pensáis mal?
Hay profetas de calamidades,
campeones de la queja,
objetores de la compasión,
que siempre enarbolan una ley
con la que cerrar el paso al amor.
Hay guardianes de las esencias,
suspicaces habituales,
profesionales del 'pero',
que siempre tienen problemas
con la compasión desnuda.
Hay fariseos contemporáneos,
sembradores de sospechas,
desconfiados en serie,
que al mismo Jesús hoy
le pondrían falta.
Y él, de nuevo,
con el perdón por bandera.
(José María R. Olaizola, sj)
campeones de la queja,
objetores de la compasión,
que siempre enarbolan una ley
con la que cerrar el paso al amor.
Hay guardianes de las esencias,
suspicaces habituales,
profesionales del 'pero',
que siempre tienen problemas
con la compasión desnuda.
Hay fariseos contemporáneos,
sembradores de sospechas,
desconfiados en serie,
que al mismo Jesús hoy
le pondrían falta.
Y él, de nuevo,
con el perdón por bandera.
(José María R. Olaizola, sj)