Consejos a Marta

Marta, Marta, ¿en qué te afanas? ¿Por qué te enfadas? ¿Qué furia es esa que llevas dentro? Anda, no seas terca y afloja un poco. Aunque razón no te falte. Descansa de reproches, de motivos y de tormentas, porque la vida es mucho más que esto de ahora. Porque se nos va demasiado tiempo en rumiar malos humores. Tú intenta entender las razones de tu hermana, que también las tiene. Mira, Marta, que hay pocas cosas que de verdad sean tragedia. Tienes derecho a un rato de mal humor, a tener la cara larga y a que una nube oscurezca tu rostro, pero, no dejes que dure demasiado, que anda el mundo corto de risas y largo de mosqueos. Tú acuérdate, pese al barullo de ahora, de que hay quien te quiere con locura, quien te abraza con ternura y te espera, siempre, en una mesa dispuesta para la paz.