Toca seguir caminando

Toca seguir caminando, más allá de la sombra y la duda, más allá de la muerte y el miedo, bebiendo palabras prestadas, confiando en las fuerzas ajenas si acaso las propias se gastan. Toca seguir caminando, acoger al peregrino, relatar tu historia, escuchar la suya aliviar tristezas, compartir mesa y vida. Toca seguir caminando con los ojos abiertos, para descubrir al Dios vivo que nos sale al encuentro hecho amigo, pan y palabra. En marcha, pues… (José María R. Olaizola)