Que quien me cate se cure
Qué inutilidad es ser
–cualquier profesión discreta–;
no quiero ser florecilla quitameriendas,
quiero ser quitadolores,
Santa Ladrona de Penas
ser misionera en el barrio
ser monja de las tabernas
ser dura con las beatas
ser una aspirina inmensa
–que quien me cate se cure–
rodando por los problemas.
Hacer circo en los conflictos,
limpiar llagas en las celdas,
proteger a los amantes imposibles,
mentir a la poesía secreta,
restañar las alegrías
y echar lejía a donde el odio alberga.
Si consigo este trabajo,
soy mucho más que poeta.
(Gloria Fuertes)