Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.
Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.
El Señor es bueno y es recto,
enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humilles con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
«Vivir es ir poniendo el corazón» © Permisos pedidos a Assisi Producciones
Yo tengo
para el tiempo de la duda,
certezas para darle
al corazón
y entretenerlo
a falta de otra ayuda
hasta el momento
de la solución.
Yo, por ejemplo,
tengo siempre a mano
la música que me hable
del amor
y un rosal que florece
empecinado
cuando a los otros
se les cae la flor.
Y sé qué manos apretar
confiado
y en qué miradas abrevar
la sed;
cuáles son los mandalas
necesarios,
cuáles los dados
para no perder.
Pero si el tiempo
de la culpa aprieta
y en la intemperie
yace la ilusión,
yo defiendo
con uñas y con dientes
la maravilla
de aferrarme a Dios.
(Osvaldo Pol sj)