Conclusión del santo evangelio según san Marcos: En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
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Te vas para quedarte
y nos invade una soledad fecunda
que tantas veces nos golpea
y otras tantas nos da vida.
Vuelves al corazón materno
del que surge todo amor;
y desde allí,
que es aquí,
sigues íntimo en la distancia.
Te busco elevando la mirada
y me sorprendes en lo más bajo.
Cuando me muevo por ti
cuando escucho tu voz
cuando estás en el centro,
mis manos crean maravillas
mis palabras son sanadoras
mis acciones transforman…
porque, aunque son mías
son tuyas.
(Javi Montes, sj)