En aquel tiempo, Jesús se apareció a sus amigos. Y les dijo: “No basta con que os quedéis aquí en Jerusalén. Tenéis que ir al mundo entero, y contar lo que yo os he enseñado. Las personas que crean de verdad en mí serán capaces de vencer al mal; se entenderán unos a otros; no tendrán miedo de los peligros, y sanarán a los enfermos”. Esta fue la última vez que Jesús estuvo con sus amigos en persona. Después subió al cielo, donde está con Dios. Ellos se quedaron admirados, e hicieron lo que les decía. Se fueron a anunciar el mensaje de Jesús por todo el mundo. Y las personas que creían veían cómo sus vidas mejoraban. Porque la promesa de Jesús se iba cumpliendo.
«Lo nuevo ha comenzado.» © Difusión libre cortesía de de Nico Montero Nico Montero
Jesús, te doy las gracias
por tus discípulos
por tus seguidores de todas las épocas,
por mis abuelos, y mis padres,
por mis catequistas y profesores,
por todos los que cuentan tus historias
y recuerdan tu vida,
y hacen que sigas presente.
Yo seguiré contando tu vida
a mis amigos,
y a otros niños.
Hasta que todos te conozcan…
Tu mano y mi mano se hallarán,
Tu voz y la mía se encontrarán
y entonces llegará la nueva realidad,
el proyecto de una nueva humanidad.
Ya no habrá más hambre ni dolor.
Ya no habrá más guerra y división
porque el tiempo viejo ya ha pasado
y lo nuevo ha comenzado.
Ya no habrá más llantos y terror,
ya no habrá tristeza ni rencor
porque el tiempo viejo ya ha pasado
y lo nuevo ha comenzado.