A veces Jesús hablaba del futuro, pero lo hacía como si hablase en clave. Un día les quería contar que al final de los tiempos todos nos encontraremos con Dios, y que antes habrá señales para que nos demos cuenta. Pero como no lo entendían, puso una imagen. Les dijo: «Es como la higuera». (La higuera es el árbol que da higos). «Cuando las ramas se ponen tiernas y aparecen brotes pequeñitos, sabéis que el verano está ya cerca. Pues es lo mismo. Cuando veáis algunas señales en el cielo, sabed que Dios está cerca». Y les decía también: «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».
Los amigos de Jesús se miraban un poco confundidos, porque no entendían de qué les estaba hablando.
«Nosotros somos el cuerpo de Cristo.» © Permiso pedido a CVX joven de Chile
Señor Jesús, quiero estar a tu lado,
en los días buenos,
en los días malos.
Cuando soy pequeño,
cuando me haga mayor.
Si estoy rodeado de gente,
si estoy yo solo.
Santo, santo, santo, los cielos te proclaman,
santo, santo, santo, es nuestro rey Yahvé.
Santo, santo, santo, es el que nos redime,
porque mi Dios es santo
la tierra llena de su gloria es.
Cielo y tierra pasarán
mas tu palabra no pasará.
No, no, no pasará.
Bendito es el que viene
en el nombre del Señor,
la gloria Jesucristo el hijo de David.
Hosanna en las alturas a nuestro salvador,
bendito es el que viene en el nombre del Señor.