Jesús iba de ciudad en ciudad. Un día le trajeron a un hombre enfermo. No solo estaba sordo, sino que tampoco podía hablar. Le pidieron a Jesús que le sanase. Él apartó a la gente a un lado. Le metió los dedos en los oídos, y le tocó también la lengua. Y dijo: «Ábrete». En el mismo momento empezó a oír y a hablar.
Estaba muy contento. La gente también estaba admirada. Jesús no quería que lo dijeran por ahí, porque si no, la gente, en lugar de escuchar su enseñanza, solo iba a estar pendiente de los milagros. Pero, claro, ¿quién se calla algo así? Ellos no podían dejar de contarlo, y decían a quien quería oír: «Todo lo ha hecho bien, hace oír a los sordos y hace hablar a los mudos».
Abre, Señor, mis oídos…
…para escucharte a ti cuando me hablas desde dentro
y seguirte donde tú me lleves.
Abre, Señor, mis oídos…
…para escuchar la naturaleza que has creado
y respetarla como fuente de la vida.
Abre, Señor, mis oídos…
…para escuchar las necesidades de los que
viven situaciones injustas, y así poder ayudarles.
Abre, Señor, mis oídos…
…para escuchar a mi familia
y estar dispuesto a colaborar en casa.
Abre, Señor, mis oídos…
…para escuchar a los mayores,
respetarles y aprender de su experiencia.
Abre, Señor, mis oídos…
…para escuchar a mis amigos
y compartir con ellos sus tristezas y alegrías.
Si tú eres de los que mirando al cielo ven días pasar
con la esperanza de que llegue una señal,
ponte en camino, no estás muerto,
sólo estás en 'stand by'
y el mundo exige que te pongas ya a andar.
Si ves que cada horizonte se te aleja más allá,
tal vez no estés mirando cada vez más acá.
No te dé miedo las distancias, no te asuste tropezar,
que justo ahí está la gracia de andar.
Hay un camino para los que quieran dar de sí a la vida
y pan y vino para dar y tomar.
Me pongo a tiro, solfeandando si es preciso sobre el mar,
por lo demás si tú confías Dios dirá.
Si crees que hay siempre hay alguna causa que te impide avanzar,
quizás hay mucho en tu equipaje que vaciar,
algún camino que se estrecha, algún desierto que cruzar,
merece penas y alegrías caminar.