Mucha gente iba con Jesús. Un día, él les dijo: «Si alguno viene conmigo, tiene que dar más importancia a lo que yo le proponga que a cualquier otra cosa. Más incluso que a sus padres, a sus amigos, a sus cosas…Sé que es difícil, pero tenéis que aprender a cargar también con vuestra cruz».
Entonces los animaba a pensarse bien las cosas. «Veréis, esto es como si te vasa construir una casa. Si la empiezas, y luego resulta que no tenías dinero para hacerla, se te va a quedar todo a la mitad. Ya verás qué faena. O si vas a jugar un partido, y quieres jugar tú solo contra diez, ¿no es mejor pensar bien y hacer equipos equilibrados? Si no, el partido va a ser muy aburrido.
Pues también tenéis que pensar que vivir mi evangelio es difícil. Es bonito, pero difícil. Es exigente. ¿Estáis dispuestos?»
«A la intemperie.» © Difusión libre cortesía de Luis Guitarra
Aunque a veces no entiendo lo que pides, o me parece imposible…
Aunque tu mensaje es exigente y difícil…
Aunque a veces me apetecería hacer otras cosas…
Al final, sé que lo que pides me hace mejor…
…porque Tú eres mi Padre, confío en ti.
Pongo mi vida en tus manos,
padre mío me abandono a ti.
Haz de mí lo que quieras.
Estoy dispuesto a aceptarlo todo
con infinita confianza.
Porque tú, eres mi Padre.
(Luis Guitarra)