Is 61, 1-2; 10-11
El espíritu de Dios está conmigo, porque él me ha elegido. Me ha enviado para dar una buena noticia a los que sufren, para poner una venda en las heridas de los corazones rotos, para anunciar el perdón a los castigados y la libertad a los prisioneros. Es Dios el que nos pone un traje de fiesta, para celebrar este día. Y así como en la tierra, cuando se riega, crecen plantas y flores hermosas, así brotará en el mundo la justicia de Dios.
El espíritu de Dios está conmigo
Cuando hago el bien…
el espíritu de Dios está conmigo.
Cuando comparto mis cosas…
el espíritu de Dios está conmigo.
Cuando me preocupo por los otros…
el espíritu de Dios está conmigo.
Cuando rezo con Jesús…
el espíritu de Dios está conmigo.
Cuando perdono o soy perdonado…
el espíritu de Dios está conmigo.