Aquella noche, los amigos de Jesús estaban en casa. Y estaban con las puertas y ventanas cerradas, porque tenían miedo de que los judíos los persiguiesen a ellos también. Entonces apareció Jesús, en medio de ellos, y solo les dijo: “Paz a vosotros”. Y les enseñó las manos y el costado. Así podían ver las heridas de la cruz, y se daban cuenta de que era el mismo Jesús, porque no era fácil reconocerlo. Se pusieron contentísimos. Jesús siguió hablando y les dijo: “Paz con vosotros. Como el Padre me envió, así yo os envío a vosotros”. Y añadió: “Recibid el Espíritu Santo, y a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados. A quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. Y así les estaba encargando continuar con su misión en este mundo.
Sois la semilla que ha de crecer, sois estrella que ha de brillar. Sois levadura, sois grano de sal, antorcha que debe alumbrar. Sois la mañana que vuelve a nacer, sois espiga que empieza a granar. Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar. Id, amigos, por el mundo, anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón. Sed, amigos, los testigos de mi resurrección. Id llevando mi presencia con vosotros estoy. Sois una llama que ha de encender resplandores de fe y caridad. Sois los pastores que han de guiar al mundo por sendas de paz. Sois los amigos que quise escoger, sois palabra que intento gritar. Sois reino nuevo que empieza a engendrar justicia, amor y verdad. Sois fuego y sabia que viene a traer, sois la ola que agita la mar. La levadura pequeña de ayer fermenta la masa del pan. Una ciudad no se puede esconder, ni los montes se han de ocultar, en vuestras obras que buscan el bien los hombres al Padre verán.
Jesús, cada día que tengo es un regalo, porque puedo estar vivo y disfrutar…
Cada día aprendo cosas nuevas, y me regalas momentos de amistad…
Ni un momento te apartas de mi lado o me dejas a mí solo caminar…
A tu lado todo es siempre más sencillo, pues me enseñas cómo debo avanzar…
...Gracias, Jesús, por tu Espíritu.