Lc 2, 16-21
Cuando los pastores fueron a Belén, encontraron a María y a José, y un niño acostado en un pesebre. Entonces les dijeron a María y José lo que les habían dicho los ángeles: que ese niño era de Dios. Todos los que lo oían estaban admirados y muy contentos. María guardaba todas esas cosas en su corazón, y pensaba en todo eso. Los pastores volvieron a su lugar, fuera de la ciudad, muy contentos por todo lo que habían oído. Cuando llegó el momento, María y José llamaron Jesús al niño, como les había dicho el ángel.
Pastores, venid
A acompañar al que nace.
A proteger al que duerme.
A cuidar al pequeño.
A buscar al perdido.
A estar con los solos.
A acompañar al que sufre.
A ver lo importante.
A descubrir la verdad...
Pastores, venid.