Como el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, y los miembros, siendo muchos, forman un solo cuerpo, así es el Mesías. Todos nosotros, judíos o griegos, esclavos o libres, nos hemos bautizado en un solo Espíritu para formar un solo cuerpo, y hemos absorbido un solo Espíritu. El cuerpo no consta de un miembro, sino de muchos.
«A place called morning» © Derechos correspondientes a Bill Douglas
Señor:
Tú llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta
de nuestro corazón
a todos los hombres.
Tú ya nos dijiste
que eres Tú quien viene
cuando alguien llama
a nuestra puerta.
Tu palabra es esta:
«He aquí que estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi voz
y abre la puerta,
Yo entraré y cenaré con él
y él conmigo».